jueves, 22 de julio de 2010

LA VENGANZA DE LOS MONOS MECANÓGRAFOS de GEORGE CLARKE

Ilustración de Fito Espinosa

Azul editores tiene el agrado de presentar la Ópera Prima en poesía del escultor George Clarke: La venganza de los monos mecanógrafos.

El autor regresa al Perú después de seis largos años a entregarnos una obra fresca y reencontrarse con el país que lo vio nacer como artista plástico.

Aquí un adelanto del poemario.


Teoría atómica de los efectos sin causa

En este mundo sin Dios, de causas siniestras y curvas continuas, de planes frustrados y corazones rendidos, las manos se encogen por el frío amanecer que inunda parques solitarios y estaciones vacías. Las palabras mueren antes de nacer, los deseos se esconden en las alcantarillas. Las ratas bailan al compás de una música lejana.

Un viejo da sus últimos pasos tambaleándose por las aceras mojadas. Doblando la esquina la muerte canta bajo la lluvia, suena la banda sonora de la escena final de una película sin héroes ni batallas. Una sucesión de hechos y desechos sin importancia.

Risas ahogadas y llantos de mujeres sin amor llegan de la habitación contigua y arrullan nuestras noches invernales. Paredes que protegen soledades; ladrillos que separan vidas anónimas; puertas para entrar, escapar y esconderse.

Grietas recorren las paredes corroídas por el tiempo y la continuidad. Un sofá vencido revela las huellas de fiestas olvidadas, incontables horas soportando el peso de hombres que piensan, se aburren y sueñan frente al televisor en anodinas tardes domingueras.

La belleza crece inútilmente y sin ser vista en lugares lejanos. La gravedad ejerce su fuerza implacablemente sobre la ciega insistencia de los hombres que quieren volar. Los pensamientos se dispersan con indiferencia en un universo en constante expansión. El espacio se extiende amablemente para dar cabida a todo lo que no tiene lugar.


Roma

Es mentira que todos los caminos conducen a Roma.

Hemos andado por años sin descanso buscando el rastro de emperadores muertos y ciudades en ruinas.

Finalmente llegamos al Rubicón,

desnudos, nos dejamos llevar por la corriente en busca del mar.




Foto Ignacio Guzmán
*George Clarke (Inglaterra, 1969) estudió Letras y posteriormente escultura en la Pontifica Universidad Católica del Perú, egresando en 1994. Ha realizado 4 exposiciones individuales (siendo las más importantes Perdiendo el tiempo, galería Miró Quesada Garland, 1999 y Colecta Pública, 2001, intervención urbana en centros culturales) y numerosas colectivas. Fue profesor de arte en la PUCP entre 1995 y 2004. En el 2000, paralelo a su trabajo docente y artístico, inició estudios de maestría en filosofía en la PUCP. En 2003 obtiene el título de Licenciado en Arte con mención en escultura con el trabajo de investigación Arte y Finalidad: Reflexiones sobre el carácter inútil del arte y la instalación Avisos de servicio público.

Desde el 2004 radica en España donde estudia un doctorado en filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, actualmente está escribiendo la tesis doctoral.

Participó en el colectivo narrativo Maldito amor mío compilado y editado por Javier Arévalo (Lima, Signo tres, 2002). En 2010 publicó una reseña crítica para la exposición individual Castillos en el aire del artista Ignacio Guzmán, en Madrid.


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